Publicación: Diario El Rancahuaso

Junio 24, 2011 en

Casa de acogida para víctimas de violencia intrafamiliar cumplió 3 años reparando vidas en Rancagua.

Proyecto de Sernam ejecutado por Fundación León Bloy ha permitido que 71 mujeres y 103 niños hayan reparado el daño causado por la violencia dentro de sus hogares y emprendan nuevas vidas.

Rancagua, 24/06/11.- Historias de dolor y esperanza son las que día a día se cuajan en la Casa de Acogida Hermanas Mirabal, espacio que celebró 3 años de funcionamiento atendiendo y cobijando a mujeres y niños víctimas de la violencia intrafamiliar, programa del Servicio Nacional de la Mujer ejecutado en Rancagua por Fundación Leon Bloy.

En junio de 2008 abrió sus puertas, y a la fecha son 71 mujeres y 103 niños quienes han pasado por sus instalaciones, como parte del proceso de reparación al daño sufrido a manos de algún integrante de su núcleo familiar.

La coordinadora de la Casa, la asistente social Gisella Plaza, cuenta que “como equipo de trabajo nos sentimos orgullosas de ser un aporte en la reelaboración de un nuevo proyecto de vida de las mujeres y sus hijos, y ojalá podamos cumplir muchos años más ayudándolos”. El equipo de trabajo cuenta con profesionales de distintos ámbitos, tales como psicólogas, abogadas, educadoras y asistentes sociales, entre otras funciones, y atienden a mujeres provenientes de toda la región y de distintas capas socioeconómicas.Las familias están 3 meses a cargo del equipo, tiempo en el que realizan talleres de capacitación, manualidad y por supuesto terapias psicológicas y educativas. En la actualidad, la casa cuenta con 2 mujeres y 3 niños, todos menores de 2 años, los que van a un jardín de la JUNJI gracias a un convenio existente para estas instancias.

Testimonios:

Una de las mujeres que actualmente habita en la casa, Cecilia, cuenta que llegó hace un mes junto a sus dos hijos y que en este tiempo se ha sentido “tranquila, tratando de sanar las heridas de a poco e intentando superar mis miedos y poder salir mejor persona, mejor mujer”.

En el momento de la ceremonia de celebración, Roxana tuvo la valentía de pararse frente a todos y contar su cruda experiencia.

De partida señaló que “lo mejor fue llegar aquí y poder dormir tranquila”, porque su pareja la maltrataba recurrentemente y sin previo aviso, lo que había transformado su vida en un infierno: “Hubo un momento en que me anulé como mujer, y si no fuera por esta casa y la ayuda de todo, quizás yo ya estaría bajo tierra”, señaló.

Tras egresar luego de su permanencia, las mujeres reciben seguimiento por un mínimo de 3 meses, tiempo en el cual se les asesora en su nuevo proyecto de vida. Tal es el caso de Isabel, oriunda de Santa Cruz, que hace ya algunos meses salí de la casa, y que cuando llegó “este fue un apoyo muy grande, porque el equipo profesional fueron mis mamás, mis tías, fueron todo lo que yo nunca tuve. Supieron apoyarme en los momentos más difíciles, porque yo llegué muy maltratada”.

Trabajo en conjunto:

El Servicio Nacional de la Mujer – Sernam – trabaja mano a mano junto a la Fundación León Bloy en la Región de O’Higgins, donde poseen dos casas de acogida, la mencionada y otra en San Fernando, además de otras intervenciones en distintas partes de la región, lo que significa un importante avance en materia de protección a la mujer y familiar.

Para la Seremi del ramo, Daniela Krauss, este trabajo en conjunto “ha sido muy armónico y profesional, de bastante interacción, así que Sernam evaluó muy positivamente y eso se refleja que hemos continuado con la Fundación León Bloy como ejecutora de nuestros proyectos y hemos mantenido esta relación”.

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